Antonio Saura (Huesca, 1930 - Cuenca, 1998) fue uno de los grandes renovadores de la pintura española del siglo XX y una figura esencial del arte europeo de posguerra.

Autodidacta, comenzó pintando en clave surrealista, pero pronto evolucionó hacia una abstracción gestual y expresionista, marcada por una paleta austera (negros, grises, blancos y ocres) y por una energía contenida que convertía cada trazo en una afirmación emocional y política. undador del grupo El Paso (1957), Saura defendió una pintura profunda, intensa y existencial, entendida como un acto de resistencia frente a la represión cultural del franquismo. Su obra se articula a través de grandes series (Crucifixiones, Damas, Retratos imaginarios, Multitudes, Perros) en las que exploró la figura humana desde la deformación expresiva, la tensión psicológica y la potencia simbólica del gesto.

A partir de los años 70 amplió su actividad hacia la escritura, el dibujo y la escenografía, sin abandonar nunca su papel como intelectual crítico. Su producción tardía, especialmente la serie Dora Maar, es considerada una de las cumbres de su trayectoria, en la que llevó al límite su lenguaje plástico y su visión humanista.