El artista vallisoletano Lorenzo González estudia bachillerato en Salamanca, ciudad en la que empieza a asistir a clases de dibujo. Lorenzo realizar sus primeras pinturas en 1962, practicando con esta disciplina con el que sería su principal maestro, el pintor Miguel Pérez Aguilera. En 1973, en Sevilla, Lorenzo González establece su primer estudio compartido con el paisajista y profesor Bolaños, un lugar donde se reunirían para pintar todas las tardes después de clase y los fines de semana. Pronto, el artista empieza a exponer de forma continuada en muestras colectivas en el Pabellón Mudéjar de Sevilla, en primavera y otoño. En aquel momento se hacía en Sevilla una pintura muy académica, costumbrista, que tenía poco que ver con él.

En 1981 se traslada de nuevo a Salamanca, ciudad en la que compaginará la actividad docente con la pintura. Diez años después, el simbolismo deja de ser prioritario en su pintura y empieza a preocuparse más por las estructuras y el color. En 1993 expone en la sala más antigua de Salamanca, la galería Artis, donde años más tarde seguirá exponiendo de forma individual y colectiva. También expondrá en la conocida sala Dalmau de Barcelona.